Esto que estás leyendo es un blog. Bueno, en realidad es el disclaimer de un blog. Para ser concretos, el disclaimer de mi blog. Éste es el rincón en el que me expreso cuándo y cómo quiero. A veces contento y a veces triste. Algunas veces desnudo y otras hasta con anorak. En mi blog hay sitio para mis reflexiones personales, mis opiniones profesionales y cualquier cosa que me apetezca. De no ser porque me parece una cutrez, colocaría un felpudo de Bienvenido a la República de mi casa al acceder a mi blog.
Te invito a que leas, a que disfrutes, pienses, te enfades o hagas lo que quieras con él. No te cortes a la hora de compartirlo o hablar de él. ¿Quieres usarlo? adelante, lo tienes bajo licencia Creative Commons Reconocimiento 3.0. ¿Qué significa esto? Que puedes coger mis textos o mis fotografías y usarlas cómo y dónde quieras. Sólo tienes que reconocer mi autoría.
Este blog no tiene comentarios
Sí, este blog (ya) no admite comentarios. Si me conoces, es posible que recuerdes que estaba en contra de esto. Sin embargo, el tiempo me ha hecho ver las cosas de otra forma. He decidido eliminarlos por completo ya que su uso era prácticamente residual. La gran mayoría de comentarios o bien eran pingbacks o trackbacks o troleos (que casi siempre he aprobado). Es cierto que son muchas las personas que han opinado a lo largo de los casi 11 años de vida del blog, pero la aportación ha hecho que lo piense y haga que éste sea más liviano, con menos carga.
¿Quieres opinar? Te invito a que me digas lo que quieras en Twitter, o comparte tu opinión mediante el hashtag #pixiblog. También puedes ponerte en contacto conmigo desde aquí.