Nunca me quejaré del mio por muy cabroncete que se ponga a veces, mejor estar sentado delante de un ordenador oyendo a funcionarios quejarse que estar sentado si pero a 30 metros de altura recubriendo fachadas…
No se me ocurre otra cosa que decir que “ole sus cojones”. Estos días para no avriar he estado algo inoperativo, la verdad es que he estado de asueto unos días y he pasado casi de todo, con la llegada de mañana, osea, la vuelta al curro ya ire arrancando motores de nuevo.
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En ella pretendo hablar de mis cámaras, de fotografía analógica, anécdotas e historias curiosas de ese mundillo :)