Diario de un píxel
El blog personal de @pixelillo

Torre del Mar

Mucho os he hablado sobre este pueblo, pero nunca, absolutamente nunca le he dedicado un post. Hoy, tras mucho tiempo sin escribir dos parrafos seguidos en este blog le dedico una entrada al pueblo costero que mas tiempo y mejor me ha acogido: Torre del Mar, en Málaga.
Paseo Larios Torre del Mar
Paseo de Larios

Para quien no lo sepa, Torre del Mar esta situado en la costa del sol andaluza, en la provincia de Malaga a unos 30 minutos de la capital. Oficialmente Torre del Mar pertenece al pueblo de Velez-Malaga, aunque son bastantes los habitantes de Torre que quieren formar de una vez por todas un pueblo. Oficialmente, Torre del Mar tiene 20.000 habitantes, aunque en verano como en todos los pueblos de la zona, esta cifra se multiplica, no recuerdo donde escuché que en los buenos años en Torre del Mar se llegan a juntar hasta 100.000 habitantes, una gran cantidad de ellos españoles, alemanes, ingleses y de diversas nacionalidades noreuropeas (daneses, suecos, noruegos..).


Typical spanish chiringuito

Arquitectonicamente es un pueblo turista mas, muchos edificios de apartamentos medianamente altos, construidos en los 60 y 70 sin apenas construcciones antiguas alrededor. Tiene un largo paseo maritimo, muy amplio por el que a diario pasean miles de personas, es maravilloso para pasear, correr o sencillamente disfrutar de los chiringuitos. Festivamente hablando, no es un punto de veraneo con altas dosis de fiesta, apenas hay movida los viernes y sabado, dejando el resto de la semana un ambiente mas familiar que otra cosa. Lo mas caracteristico de Torre del Mar son las decenas de cafeterias y sobretodo heladerias que hay en sus paseos, hay decenas de ellas, a cada cual mejor y por otra parte sus freidurías, donde disfrutas de todo el pescado y marisco de la zona por un precio ridiculo para muchos de nosotros. En Torre del Mar se sigue on las costumbre andaluza de la tapa, hoy en dia por 1.20€ te tomas un tubo de cerveza y te ponen una tapa por la cara de gambas, pescaito frito, pulpo, pimientos o cangrejitos de mar, un sinfín de tapas por la cara, cosa que nos sorprende a los norteños, que estamos acostumbrados a pagar por los pintxos, son otra historia si, pero sería recomendable implantar esas costumbres por aqui, menos cortezas de cerdo y mas comida.

Edificios de Torre del Mar

Cuando eres crio te pasas los días jugando en su playa, que sin ser de arena fina y de aguas poco profundas es bastante buena para bañarse y con los coches a pedales, unos karts que van a pedales o coches a pedales de gran tamaño (algunos hasta para 8 personas) que pueden usarse por la zona de la playa y por un circuito que hay dentro del paseo. Como todo buen pueblo costero tiene su mercadillo de ropa, cachibaches y comida los jueves, y todas las noches uno de artesania cerca del faro. A las noches suele haber en verano sesión de cante flamenco o de baile, o algún tipo de actuación musical, nada del otro mundo, pero tampoco viniste por eso la verdad.

Es un sitio al que vas a descansar, a beber tus birras, tu tapita, tu heladito a la noche, tu playita, tu paseo y poco más. Para los vitorianos nos traen el periodico todos los días, llega El Correo edición Álava hasta allí.

Para comer: Tienes las freidurías clásicas: el Negrí en la calle Larios y el Fernando, La Marina y el Yate en la calle Saladero Viejo.

Para tomar algo: Tienes un complejo de marcha que se llama El Copo, junto al paseo marítimo. Tienes un par de bares dentro del pueblo también. Si quieres helados, tienes como 30 heladerías a lo largo del paseo marítimo de Levante.

Para comprar: a 5 minutos cogiendo el Tranvia tienes el Ingenio, un centro comercial bastante grande.

Actualización 2018: Han pasado 11 años desde que escribí este artículo en mi blog. Desde entonces sólo he vuelto a Torre del Mar en una ocasión. Han cambiado muchas cosas desde entonces, como por ejemplo el tranvía, que dejó de funcionar hace ya unos años por falta de presupuesto. También se han peatonalizado varias calles y se han reformado otras. Lo que no cambia es su esencia de ciudad de veraneo familiar, donde prima el comer, la playita y la tranquilidad. Es un sitio al que volvería una y mil veces.

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