Siempre he soñado con que en lugar de mi vida, me despertaba en una vida distinta, sólo cambiado pequeñas cosas en mi vida, los justos para hacerla completamente diferente o lo que es lo mismo, hacerla perfecta. Sueño que me despierto medio en pelotas, sólo con unos calzoncillos Calvin klein de esos de mil duretes marca-paquete-que-duro-que-la-tengo entre sabanas de puro algodón egipcio, y para rematar me pongo unas babuchas de autentico forro de Kashmir. Pero antes de esto veo como un estirado, calvo y refinado mayordomo ingles me saluda haciendo una especie de reverencia y trayendome un batín me dice: su baño caliente esta listo, señor. Abro bien los ojos y observo como junto a mi, en esa enorme cama se encuentra la mujer de mis sueños desnuda junto a una caja de condones vacia al completo, no me lo creo pero oye, para eso es un sueño. Desayuno lo mejor de lo mejor y justo al lado de mi reloj de oro con varios diamantes incrustados se encuentran las llaves de mi Mustang GT. Llego a mi maravillosa empresa, de lo que sea, el caso es que todos y todas me saludan, me tratan de usted y me miran diciendose a si mismos: Que grande es mi jefe, que bueno es.
Sueño que todos me respetan, me quieren y me admiran, sueño tambien que se me hace caso, que nadie pasa o sencillamente me deja en modo ausente cual messenger cualquiera. Disfruto soñando eso, me encanta… muchos preguntaréis por qué me gusta soñarlo, la respuesta es simple:
Porque casi nada de lo que pido tengo, aunque sea sencillo tenerlo, y lo que tengo lo voy perdiendo. Tocando fondo si, a estas horas de la semana, cuidaros, mañana será un mejor día.