La vida es apostar

Pulsa sobre la imagen para ampliarla.

A medida que te vas haciendo mayor, te vas dando cuenta de que la vida está llena de apuestas. De hecho, nuestra historia es una apuesta tras otra. La gran mayoría de ellas no requieren dinero, lo que no las hace ni más ni menos importante. Me ha costado llegar hasta llegar a este punto, pero lo he entendido.

Veréis, el día de hoy me ha enseñado que no hay que tener miedo a las apuestas. Y repito, no tengo por qué estar hablando de las económicas. Tenemos un miedo terrible al fracaso, al perder un poco de nuestra vida, de nuestro tiempo o de nuestro amor. Lo peor es que de no apostar, el miedo se convierte en una lacra. Pensamos “¿Por qué no lo hice?”, y acabamos peor que de haber perdido. ¿Por qué tenemos miedo al fracaso? me he prometido que voy a aprender a disfrutar y a aprender al máximo de él. Espero que no tenga muchos más fracasos en mis apuestas, pero en caso de haberlos, espero disfrutar y aprender de ellos. No digo que no haya aprendido de los anteriores, pero me ha costado hacerlo. No me juzgueis, al fin y al cabo aun soy joven.

He aprendido mucho de mis padres, de mis profesores y de mi entorno en general, pero no hay nada que me haya enseñado más acerca de la vida que perder apuestas. De todas he sacado una lección, que puede que me costase aprendermela, pero he ido metiendomelas en la cabeza. Algunas costaron más de lo normal, pero han acabado entrando. Por eso, te invito a que apuestes en esta vida. Arriesga, ya sea por un trabajo, una amistad, un amor o sencillamente un proyecto personal. Lucha por la victoria, y si llega ésta, por favor, disfrutala. Si por desgracia la suerte no se pone de vuestro lado, no llores, coge tu derrota y estudiala. Aprende de tus errores. Hazte fuerte  con tus fracasos.

Y todo esto ha llegado a este blog porque una apuesta que creí haber perdido, no lo estaba como tal. Sólo ha estado descuidada durante mucho tiempo, quizás demasiado. No ha habido derrota, al menos de momento. Lucha y apuesta, y sobretodo, se feliz y quiérete. Y como no se qué foto poner, pongo una de un buen momento de mi vida.