Os prometo que llevo 48 horas intentando escribir un artículo en condiciones sobre Berlín. Lo he reescrito unas 3 o 4 veces, pero no consigo plasmar ni una pequeña parte de lo que sentí en aquella ciudad. No tengo palabras para definir Berlín. Por eso, he salvado algunos pedazos de lo que había escrito y los he ido combinando con pequeñas capturas. Esto es Berlín:
“…donde lo moderno se convierte en vetusto. Lo clásico, en moderno. Tierra de comunismo envuelto en capitalismo barato…”
“Berlín es una ciudad con una visión diferente. Es como si se visualizase con filtros de Instagram. La musa de la lomografía…”
“…cada rincón de la ciudad guarda una foto…”
“…ha recogido el testigo de Londres como capital europea de las nuevas tendencias. Un nuevo centro neurálgico para el mundo hipster que ve como Berlín se convierte en el punto en el que las tendencias…”
“…aun mantiene su lado punk, anarquista y okupa.”
“La cultura se funde con la historia, y ésta, con el arte.”
“Al final, Berlín me ha robado una parte de mí para siempre. Una parte que si quiero recuperar, tendré que volver a por ella. Y volveré. Vaya si volveré.”
