Tiempos de IRC y gloria

Mi andadura en Internet arranca allá por el 2000 o 2001. Tenía unos 15 años y unas ganas terribles de probar esa nueva experiencia que era la red de redes. Recuerdo aquellas primeras conexiones de una o dos horas a precio de caviar. Si se compara con lo actual, aquella red era el cuarto de baño del servicio de una gran mansión, ¡Pero eh! Era parte de una mansión. Las descargas eran algo que no tenía cabida en aquellos años. ¿Un mp3? Por aquel entonces me costaba 45 minutos descargar una mísera canción a una calidad bastante normalita.

Por aquel entonces, lo que partía la pana en internet eran los chats. Webs donde uno podía charlar con otras personas. Y había chats para todas las edades, gustos y aficiones, aunque el canal de ligoteo siempre era el que tenía más tráfico. Si chicos, los chats de principios de la década pasada eran el Twitter de hoy en día, el servicio de moda. Y entre todos los servicios de chat, hay que reconocer uno: El IRC-Hispano. Era el mayor servidor de chats hispanohablantes, con unos 10.000 usuarios conectados simultáneamente. Puede que esa cifra os parezca irrisoria, pero remontaos a principios de este siglo XXI y no lo será tanto. Lo dicho, te bajabas el MiRC, el IRCap, que era un script que ponía interfaz gráfica al primero y nada, a chatear.

Durante unos años fui fiel al canal #Game_40, un rinconcito para los seguidores/nostálgicos de aquel gran programa de radio de Los 40 Principales. Allí compartí muchas horas de conversación con grandes personas. Puede que para mis amigos o mi familia fuesen unas letras en una pantalla, pero para mí eran grandes amigos de aquel nuevo invento. Os juro que nunca me he reído tanto delante de un PC  como en aquella época. Noches con conversaciones absurdas o no tan absurdas, diciendo gilipolleces o filosofando sobre la vida con apenas 16 años. Pasó la moda y poco a poco el IRC Hispano perdió fuelle. Yo acabé en mi blog y después en Twitter. Perdí el contacto con bastantes personas de aquel canal de chat, pero el tiempo ha hecho que nos volvamos a encontrar.

Como un juguete de la infancia, el IRC Hispano es para muchos algo más que un buen recuerdo de su adolescencia o juventud. Fue un canal de comunicación escrita que forjó grandes amistades, algunas de ellas para toda la vida. Puede que no fuese mediático, pero tampoco tuvo que serlo para dejarnos huella a sus usuarios. Fue algo bonito y que bueno, acabó en cierta forma, pero confieso que hoy no sería el tuitero o bloguero que soy de no ser por ese invento. Le debo mucho, y el IRC Hispano siempre tendrá mi cariño, mi admiración y mi apoyo para lo que sea.

¿Y tú, fuiste parte de él?