Las comparaciones son odiosas

Hoy he leído una comparación que no me ha gustado nada. Nuestro país vive un momento de revolución, o bueno, al menos un pequeño porcentaje de él lo está. Como es normal, se han empezado a hacer comparaciones. Primero con las revueltas norteafricanas, y después con las que se dieron en nuestro país durante el franquismo. No me parece lógico compararlas con las revueltas árabes puesto que hay muchas cosas que nos diferencian, ni tampoco acepto que se comparen estas revueltas con las ocurridas en los años setenta en nuestro país. No entiendo ni acepto que se comparen puesto que vivimos en una sociedad completamente distinta a la de 1974, por ejemplo. ¿Es por lo tanto legitimo comparar ambos casos? en mi humilde opinión, no.

En 1975 vivíamos en una dictadura. Esto significa que un señor pequeño y con muy mala baba gobernaba sin que el pueblo pudiese elegir entre él u otra persona. En aquellos años nuestros recursos eran mínimos, muy limitados. La televisión y las líneas de teléfono no eran algo común en nuestra sociedad, eran lujos muy caros como el ser propietario de un coche. La universidad era un sueño para el hijo del trabajador, la mujer era un objeto habitual en las cocinas y ser homosexual era un delito. No teníamos internet, ni siquiera teníamos el derecho a reunirnos. La palabra sindicato siempre iba acompañada de otra palabra: vertical, y la libertad era sinónimo de utopía.  Vivíamos en un callejón sin salida. Mucha gente murió luchando por sus derechos, y muchos se jugaron la vida luchando por sus derechos.

Foto tomada de http://www.anticapitalistas.org

Han pasado 40 años. Vivimos en una democracia que no funciona, o eso es lo que parece. Se ha establecido una clase media muy importante en la sociedad española, tan grande, que sufre la crisis haciendo que su nivel de vida tenga que bajar considerablemente. Tenemos acceso a prácticamente cualquier servicio de comunicación a precios razonables. Y si, lo tenemos. Una cosa es que quieras tener 50 megas por 20 euros, pero por esa cantidad de dinero puedes disponer de al menos uno, que es suficiente para poder acceder a la mayoría de contenidos de comunicación. No tienes excusa para tuitear, mandar mails, leer blogs o lo que quieras. Ya no hablo de la televisión o el teléfono porque son objetos omnipresentes en la mayoría de los hogares de este país. A día de hoy, mis hijos podrán acceder a una plaza universitaria si se aplican, como yo si lo hubiese querido.  A día de hoy hay 30 millones de vehículos en nuestro país,  una cifra curiosa viendo nuestra situación económica. La mujer sigue estando desplazada en muchos aspectos de la vida, pero la mayoría de hombres de este país aceptamos su igualdad. Hoy en día las mujeres siguen teniéndolo difícil, pero cada día hay menos barreras. ¿Hablamos de la homosexualidad? hoy que se celebra el día mundial contra la homofobia, España puede presumir de ser uno de esos países en los cuales dos personas del mismo sexo pueden contraer matrimonio. ¿Sigo?

No, no son las mismas circunstancias. Hemos vivido muy bien, demasiado bien. Hemos pasado por un periodo de vacas gordas y muy productivas. Nos hemos sentado y hemos ido viendo como las vacas iban adelgazando hasta quedarse en los huesos. Ahora buscamos culpables, y sólo encontramos un par de ellos. La sociedad en general es culpable de su situación actual. No es sólo cosa de banquero o políticos, la educación, la sociedad en general, la industria, nuestro ritmo de vida… son muchos factores los que han hecho que lleguemos a ese punto. Nosotros mismos nos hemos aborregado y nos hemos dejado llevar por unos cuantos. ¿No veis que una buena parte de la sociedad se ha ido hipotecando por llevar un ritmo de vida imposible? trabajadores con coches casi de lujo, consumiendo electrodomésticos de gama alta pagados a plazos o gastar sin pensar en el mañana. Hemos olvidado el ahorro en muchos momentos, y hasta cierto punto, nosotros tenemos la culpa de los males. Pero ya hablé de esto, así que hoy no pienso volver a dar la chapa por ello. Ojo, no he criticado en ningún momento la sentada, el movimiento contra los partidos mayoritarios ni nada por el estilo. Sólo he criticado a aquellos que han  elevado la propuesta, moderada y minoritaria de momento, comparándola con movimientos revolucionarios muy grandes. Puede que lo sea en el futuro, pero de momento debemos de aceptar lo que es. Vuelvo a decir la misma frase: el tiempo lo dirá.