Las pulseras Power balance: Las Rayma del siglo XXI

En los 80 y 90 en España y Latinoamerica se pusieron de moda unas pulseras de plata con bienes curativos. Al menos nos vendían así las pulseras Rayma, unas pulseras abiertas que en sus dos extremos lucían sendas bolitas de cuarzo. Todos nos acordamos de ellas, de como Jesus Puente las vendía en Su media naranja, de los casposos anuncios de estas en Tele 5… y todos nos acordamos el exito que tuvieron. Muchos de nuestros mayores las llevaron con promesas de mejora de su reuma, de sus problemas circulatorios… vamos, la panacea de la década.

Pero los años pasaron y estas pulseras desaparecieron del mapa. Su creador no ganó el Nobel de medicina y sus resultados quedaron mas que en entredicho. Pese a ello aún se siguen comercializando, y seguro que aún siguen vendiendo bastantes unidades. Estas pulseras me han vuelto a la mente porque ahora una pulserita ha vuelto a ponerse de moda. Esta vez el usuario potencial no son los mas mayores de la casa no, ahora somos todos el objetivo. Las pulseras Power Balance han salido a la luz pública, y como las Rayma nos traen esperanzas y promesas de una vida mejor. Con un peqeño holograma y 35 euros menos en la cartera estas pulseras nos ofrecen mejorar nuestro balance y volver a conseguir la armonía perdida en nuestro cuerpo. Se supone que ese holograma está cargado de energias electromagneticas naturales que actuan sobre tu cuerpo de forma positiva… vamos, una patraña.

Os diré muchas cosas que no os van a gustar sobre estas pulseras, asi que si eres seguidor aferrimo de estas… mejor vete a otro blog. Para mí son un placebo de 35 euros con acabados en neopreno o silicona. Que un trozo de plástico holográfico mejore mi vida es tan falso como que las ardillas tienen super poderes. El único holograma que causa efectos en mí es el de la tarjeta de crédito, y no son efectos positivos. Hace 20 años esas pulseras no hicieron nada, sólo hacen sentirnos mejor psicologicamente. Tienen los mismos poderes que los miticos chinitos de la suerte, es decir ninguno. Las Power Balance son para nosotros lo que es la pluma mágica a Dumbo, nos creemos que mejoramos pero no es así. Cuando yo no me siento feo, cuando no me veo feo me creo el hombre más guapo del mundo. Eso se llama autoayuda, y es lo que consiguen estas pulseras, una especie de “Yes we can”. Nos esforzamos más de forma inconsciente y por eso creemos que hemos mejorado, pero no es así, sólo hemos despertado nuestro cuerpo.

Como dice un compañerod e trabajo mio lo mejor es que nos pongamos no una, sino doce. Así o bien morimos por su radiación o evolucionamos en superheroe. Lo siento si soy muy esceptico, pero la Power Balnce ofrece los beneficioes de muchos programas de teletienda, sólo que en lugar de venderlo en la tv a horas poco recomendables las venden en tiendas pijitas por un precio considerable. La mejora que pueden traer es tan minima que dudo que valga el dinero de la pulsera. Lo mas curioso es que aparte venden stickers con estos hologramas para colocarlos donde nosotros queramos, o incluso existe uno a modo de tarjeta de crédito para llevar en la cartera. Si ese puede funcionar dentro de la cartera y con la ropa de por medio me da que pensar. Mucha radiación debe tener para hacer esos milagros.

No, no me pienso comprar una pulsera Power balnce. Ni quiero que me la regalen. De hecho me apetece regalar una falsa, una comprada en el top manta o en un bazar chino y regalarsela a alguien para comprobar que esto no deja de ser un placebo. Si por el contrario no me creéis de acuerdo, compradlo. Al fin y al cabo si vais a ser más felices en vuestra mentira por 35 euros… no sale muy cara.