Diario de un píxel
El blog personal de @pixelillo

Día 18

Ayer fue un día de mierda. Como conté en este diario con mil y un ojos, la ansiedad casi pudo conmigo. Y digo casi porque no acabó tu objetivo ya que tuve la capacidad de gestionarla. Hoy ha sido un día diferente en el que he sabido estabilizar mi situación anímica y mental. Sigo teniendo mucho trabajo pero al menos estoy pudiendo llevarlo a un ritmo no tan frenético. Parece que las aguas se van calmando, algo que nos vendrá bien a todos.

Veo que no soy el único al que el confinamiento le está pasando factura. Y es comprensible puesto que estamos viviendo una situación anómala. He intentado ayudar a mi entorno cercano, y desde el primer día dije abiertamente que cualquiera podía contactarme si necesitaba algo de compañía desde la distancia. Sé que no es una gran ayuda, pero si charlando con alguien puedo hacerle sentir mejor, lo haré. Aunque sea la conversación más sencilla del mundo, a veces es cuestión de interactuar de viva voz con otro ser.

Por lo demás, ha sido un día más en esta rutina que parece no tener final claro. Mis tiestos han vuelto a su posición habitual en la terraza tras el aviso por nevadas del inicio de semana. Los brotes de los tomates, girasoles y sandias van asomando poco a poco. Todavía queda mucho para verlos florecer y ofrecerme sus frutos pero ya han empezado su camino.

Al hilo de esto, me ha venido a la cabeza mi enamoramiento con el verano. Es una época que me encanta, especialmente las primeras semanas. El clima, las horas de luz, mis plantas florecen y me regalan pequeños frutos,… es algo que me encanta. He decidido que, si este año me dejan, voy a vivir el verano lo máximo posible. No quiero hacer planes porque vete tú a saber cómo andaremos, pero tengo claro que he de reinventarme o algo. Ya habrá tiempo para escribir ese guión.

Marcho a socializar desde la distancia. Las videoconferencias están ayudando a mantener mi cordura y me recuerdan la buena gente que he tenido el placer de conocer.

Foto hecha con una Perfekta de mediados de los 50.