Diario de un píxel
El blog personal de @pixelillo

Cometer errores o cómo el amor duele

Hace unos días, estando de viaje con unos amigos, me di cuenta de que mi vida era una constante de errores. Quizás exagere un poco, así que diré que en esta vida he cometido muchos errores. La gran mayoría de ellos vienen ligados al nombre de una mujer. Ay, el amor, que malo es. Echo la vista atrás y me encuentro con un fracaso tras otro. Ya estando solo, me senté en el sofá y enumeré algunos nombres de mujer. El resultado casi es deprimente. Ésta no me quería, esta decía que si pero en realidad era que no, aquella estaba comprometida, la otra pasó de mí… un borrón tras otro. ¿El motivo de tanto fracaso?  bastante simple: me siento atraido por el veneno.

Volviendo atrás, antes de quedarme solo en casa, tuve más reflexiones con mis amigos. Por un lado, me di cuenta de que habís sido demasiado bueno, o mejor dicho, había pecado de ser un inocentón. En esta mundo, tal y como lo conocemos, no hay cabida para ese tipo de pensamiento. No diré que hay que ser más cabrón que una enfermedad venerea, pero casi.

También tuve la oportunidad de decir en alto algo que llevo pensando mucho tiempo. No es nada sobre el amor, ni siquiera sobre la atracción física entre dos personas. Hace tiempo me di cuenta de lo peligroso que resultaba pasarse la vida entera buscando a alguien a quien querer. De todos los errores que he cometido, ése es el más tonto. Me he pasado mucho tiempo detrás del amor, cuando éste me dejó claro que de aparecer, sería cuando a él le diese la gana y no al reves. Veréis, buscaba el amor para ser feliz, y esto era el causante de mi tristeza. Suena absurdo, pero es así. Buscamos la felicidad, y muchas veces no la encontramos porque sencillamente nos aferramos a nuestra visión particular acerca de ésta. He dedicado tanto tiempo a buscar la felicidad, intentando ser feliz con cosas tan absurdas… Podría haber sido feliz, pero no lo fui porque busaba MI felicidad.

De esto me di cuenta el año pasado, o puede que hace más. Quitando un bache (nadie es perfecto), creo que he aprendido la lección. La vida me ha enseñado a encontrar la felicidad en mis amigos, en mis éxitos profesionales o personales. He obtenido la feclididad en conciertos, en viajes e incluso viendo una película. El amor me ha hecho feliz, pero sólo cuando éste se ha presentado. Si lo busco, las cosas se complican y acaba llegando la tormenta. He aprendido a esperar, a ser paciente. Bueno, no del todo, pero voy por buen camino.

Llevo un par de días tontos. Echo de menos algunas cosas, como el quererme más o que alguien me quiera. Vamos, que he echo de menos al amor. Es sin duda el peor sindrome de abstinencia. No hay peor mono que el creado por el amor. Depresión, ansiedad, ira, tristeza… y todo sin nisiquiera haberte chutado algo. Supongo que se me ira pasando. Sólo me queda recordarme las palabras que he dicho en este artículo. La vida es complicada, pero lo es mucho más si nosotros lo queremos. Disfrutemos de cada una de las pequeñas cosas que te deja la vida, por muy insignificantes que sean. No busques ganar la guerra sin antes haber ganado mil batallas. Ni siquiera pienses en la guerra. Si ésta llega, pues bueno, lucharás. De lo contrario, disfruta la paz.

Buenas noches.

4 comentarios

  1. si hay algo claro es que el amor sale cuando le da la gana y a veces con quien menos te esperas.Todos hemos cometido errores en ese sentido,algunos de ellos muy dolorosos,pero todo sirve para aprender de los errores.
    A veces por buscar el amor desesperadamente uno es capaz de todo y solo te das cuenta que no debe de ser asi cuando has “Perdido” a esa persona.
    Por cierto,se que no responderas pero que sabes de Berta?
    A cuidarse!

  2. por mucho que intentes no preocuparte llega un día en el que esos pensamientos que están dando vueltas por ahí te alcanzan porque sorpresa! no les habías dado esquinazo! :-\ lo mejor entonces es dejarse llevar y esperar que pase. resistirse es, en ese caso, como buscar el amor que no llega: un derroche innecesario de fuerzas.
    una entrada preciosa, alberto.
    un besazo enorme!

  3. Tan peligroso es buscar a alguien a quien querer como cerrarse a que pueda aparecer.
    Yo siempre fui de las tuyas, de buscar el amor. Y cuando decidí que no era el momento y un día porque si me dio un bofetón para que mirara lo que tenía delante. Fue diferente, sabía que no era como las otras veces. Lo sentía diferente, me sentía… BIEN. Pero me sentía bien sin necesidad de estar tramando estrategias para no espantarlo o tonterías de esas de las revistas femeninas.
    Yo que ya creía que el amor no era algo para mi, de repente apareció. Y el de verdad, no ese que te venden por todas partes.
    Un besote enorme niño y ten los ojos abiertos que ya verás como el amor aparece, aunque sea en el peor momento y lugar, no vaya a ser que no lo veas ;)

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