Diario de un píxel
El blog personal de @pixelillo

Los dibujos animados de antes: su lado más oscuro

Yo soy un fanático de los dibujos animados. En serio, me encantan. A mis 25 años aun me trago las series de dibus que marcaron mi niñez. Lo que pasa es que hay un pequeño inconveniente: he crecido, y con ello se ha desarrollado mi capacidad para reflexionar sobre las cosas. Por eso, ahora encuentro situaciones absurdas o crueles dentro de las tramas de estos. Ya se que diréis: “Menuda gilipollez. Mejor dedícate a reflexionar sobre cosas serias”, pero si no reflexiono yo sobre estas cosas, probablemente será peor. Quizás no os hayáis dado cuenta de algunas situaciones que se dan dentro de las series. Situaciones peligrosas para los niños que aprenden malas prácticas de estas. Por eso, esas reflexiones que hago sobre la cultura animada son útiles y necesarias para la sociedad.

Por ejemplo, ¿Os habéis fijado en Pedro? si hombre, el amigo de Heidi. Ese chico, amigos, fue el primer pagafantas de la historia.  Se pasó toda la puta serie detrás de aquella niñita, y ni siquiera tuvo el detalle de dejarle meter mano. A ver, hija mía, el Pedrito babeaba por ti, hacia todo lo que le pidieses… y no tuviste ni el detalle de aclararle las cosas. Que de sobra sabías que el pobre estaba colado por ti y ni siquiera tuviste el detalle de decirle: “te quiero como amigo” o “es que no estoy preparada para entrar en una nueva relación”. ¡Es que ni siquiera un jodido “contigo no, bicho”! mira que no es difícil, y así el pobre descansaba de una vez. Me juego el cuello a que el pobre chaval tuvo que crearse un trauma. Mujeres del futuro, si veis que un niño hace de Pedro con vosotras, dejadle las cosas claras.

Otro personaje que me impactó fue Kumba, la niña que salía en los Fruitis. O sea, una niña, casi en pelotas, abandonada que vive con un grupo de frutas… sin duda alguna, esta niña estaba drogada día y noche. No sé qué clase de acido o seta se comió, pero debía ser jodidamente buena para pasarse toda la sería creyéndose tal patraña. Y por favor, no me hagáis hablar del resto de personajes. O que cojones, hablemos, hablemos…

¿Por qué Gazpacho era una piña con acento y sombrero andaluz? ¿Por qué Gazpacho? ¿Habéis echado vosotros alguna vez piña al gazpacho? Hubiese sido mejor poner una aceituna, un pepino o cualquier verdura sacada de Almería, pero no, tuvo que ser una piña. Luego estaba Mochilo, un plátano canario. ¿Canario? los cojones. Tenía menos acento canario que yo, así que yo no me tragué esa burda mentira. ¿Os acordáis de su mochila? ¡Había de todo en ella! Señor fabricante de dicha mochila, del bolsillo de Doraemon y del bolso de Mary Poppins: quiero una riñonera con características similares. ¡Hasta salió un nabo! ¡Un nabo americano que se dedicaba a la industria del cine! Nabo, industria del cine… no me digas más, ¡Su pareja artística era Concha!

Otra serie de traca era Campeones, más conocida como Oliver y Benji. Cómo íbamos a pasar más allá de cuartos en fútbol en aquellos años… ¡Si Japón tenía a los mejores jugadores del mundo! al menos en la serie, luego en la realidad eran mas malos que la droga caducada. Es decir, crearon personajes contrarios a la realidad. Es como si yo creo un Alberto vividor y follador, vamos. Los porteros se pasaban medio minuto volando de palo a palo, dos jugadores chutaban un único balón y para ir de un extremo al otro del campo te salía más rentable pillar un vuelo regional. Yo me enganché al fútbol con esta serie. Me costó un curso entero ver un partido de Oliver y Benji, pero mereció la pena. El problema es que después de ver semejante despliegue de piruetas y saltos, uno iba a un campo de fútbol y dicho deporte le parecía una puta mierda. De hecho sigo pensando en demandar a los creadores de la serie por crearme falsas expectativas.

Y no hablaré del nudismo de Espinete ni de la “harina” que consumía Chema el panadero. Ni de Pippi Calzaslargas. Prometí que hoy sólo hablaría de dibujos y así será. ¿Os habéis quedado con los mensajes ocultos? para que luego digáis que los nuestros en comparación con los actuales eran para párvulos. Antes de despedirme, quedaros con un dato. El inspector Gadget es el único personaje de TV que con Colombo usa gabardina. De hecho, sólo se me ocurre alguien que pueda usar gabardina en este mundo, y es un exhibicionista. Miedo me daría que el inspector éste estuviese delante de mí, se abriese de lado a lado la gabardina y sacase su gadgeto objeto de ahí. ¡Vigilad por dónde vais, niños!

Post dedicado a @gabslicious, que fue ella quien me dio la idea para el post :)

5 comentarios

  1. ¿Piensas que en Oliver y Benji fumaron droja con Colacao? Te recomiendo buscar un capítulo de una serie llamada Inazuma Eleven, y luego me cuentas.

  2. Ya te vale Alberto ahora ya me has fastidiado mi infancia del todo.
    Entre esto y Disney me habéis traumatizado guionistas del demonio, clamo #Vendetta.

  3. Menos en lo de Heido estoy de acuerdo con todo.

    Creo que Pedro en la serie aun no tenia edad de pagafantas, las personas que viven en los pueblos, son mucho mas inocentes, no han tenido física y química y sensación de vivir para pensar en el folleteo.

    Por lo demás, lo de gazpacho es algo que me fascino siempre, nunca llegue a entenderlo XD

    Pero muy buena reflexión! si señor!! XD

  4. Me encanta el post! Definitivamente nos jodieron la infancia de modo sutil y asi estamos como estamos ahora. Tienes mi voto :D

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