Diario de un píxel
El blog personal de @pixelillo

¿Somos más racistas que antes?

El racismo ha vuelto a Europa. Son muchos los países que en los últimos meses han endurecido su política de extranjería llegando a límites insospechados hace unos años. Italia y Francia ya han empezado a expulsar inmigrantes de etnia gitana de sus países, y Alemania ha dicho que su política interracial ha fracasado. A todo esto hay que añadir que en cerca de una decena de países de la unión europea la extrema derecha está representada en su parlamento. ¿Estamos ante una nueva Europa ultra conservadora? yo mas bien diría que vivimos en una Europa menos callada. Por desgracia, el ultraderechismo siempre ha existido, sólo varía el poder de éste. Ahora la derecha más dura está viviendo un momento de auge en Europa, algo que está instaurando cierto clima de racismo en todo el continente. ¿Somos más racistas hoy que hace cinco años, por ejemplo? en mi opinión creo que no, sólo cambia una cosa: ahora nos callamos menos.

Con la crisis nuestra forma de ser, nuestro escepticismo y nuestra visión de la realidad se vuelve más gris y turbia. Cuando las cosas van mal lo principal (que no lo más fácil) es buscar los culpables de ésta, y normalmente nuestras penas recaen en los sectores más  desfavorecidos. Es por eso que el inmigrante, las clases bajas… son los que pagan los platos rotos de unos males que están muy lejos de ellos. Echamos la culpa de muchas cosas a los inmigrantes, un sector que pese a ser bastante numeroso no deja de ser una minoría en la mayoría de lugares de la unión Europea. Ellos no gestionan los bancos, ni los gobiernos ni siquiera las inmobiliarias o las aseguradoras de nuestros países, de hecho su trabajo es básico en cuanto a operaciones. Son los que nos sirven en los restaurantes, limpian nuestros portales o recogen nuestras verduras, por poner ejemplos de tareas básicas. Ellos no llevan lo bancos, de hecho ni se lo plantean. Son una base fina pero necesaria en nuestra actual sociedad capitalista. Es cierto que encabezan índices que poco les ayudan, como son el de la criminalidad o el de la marginalidad. ¿Esto debe ser motivo para declarar a los estados como racistas? la verdad es que no, o no debería ser motivo, vaya.

Si hacemos desaparecer a los inmigrantes desaparece en parte la criminalidad y la marginalidad, pero recordad que también bajan otras estadísticas. Por ejemplo la natalidad, y España tiene que rejuvenecer su sociedad, no por el interés patriótico, sino por el de mantener elementos tan básicos como la sociedad activa o la seguridad social. Siendo “cabrones”, podemos decir que necesitamos camareros, señoras de la limpieza, mano de obra barata  o temporeros, y por desgracia los españoles hasta que no nos aprieta el dinero no acabamos aceptando esto. Vemos que son explotados en gran medida delante de nuestras narices pero no decimos nada. Lo peor, al menos para mí se da cuando criticamos al extranjero por coger cualquier trabajo al precio que sea. Si el extranjero o extranjera coge ese trabajo lo hace por necesidad, esté explotado o no. Y lo peor es que le echamos la culpa de robarnos el trabajo. No amigos, ahí solo hay un culpable: el que explota. Yo si necesitase dinero y cuando digo necesito lo digo por necesidad real cogería lo que fuese, algo con tal de salir hacia adelante. No hay que llamar ladrón al inmigrante, hay que llamar explotador al empresario que así lo hace.

¿Es España una sociedad racista? en el fondo… si. Somos muy de “yo no soy racista, a mí me hacen serlo”. Creo que somos mas clasistas que otra cosa como bien apuntaba mi gran amigo @joansinmiedo. Este brote racista no es más que algo que ya se sabía pero que no se decía en alto. La inmigración como tal no es un problema, pero dentro quizás tenga brotes malignos que han de ser podados. Nuestra es la responsabilidad de pulir todo esto, y nunca hay que olvidar que muchos de nosotros somos hijos de eso, de inmigrantes.

3 comentarios

  1. hola, creo que lo que piden esos paises es más integración por parte de los inmigrantes,porque sino se pierde la identidad nacional ,que no se convierta en una provincia de turquia,rumania o cualquier otro pais. Recordar que cuando los inmigrantes españoles volvian a su patria,se convertian en el francés,el alemán… después de muchos años siendo el español ,este último llevado con orgullo. un saludo

  2. Digamos que en general los humanos tenemos cierta tendencia al racismo pero en mi opinión hay una diferencia sustancial respecto a otras épocas donde el racismo era parte del discurso político, anteriormente el racismo era de abajo hacia arriba, la gente era racista y los políticos lo aprovechaban para rascar una serie de votos o justificar cosas injustificables años antes.

    Sin embargo, la gran diferencia es que ahora el racismo es de arriba hacia abajo, los políticos, a falta de ideas, de programas y de un mínimo de vergüenza, están sacando un discurso racista para contagiar a la sociedad (véase el Pp en Cataluña) y poder rascar una serie de votos creando un falso clima de miedo y enfado.

    Antes la situación racista era mala pero ahora es más rastrera y mucho peor, más de hijos de puta.

  3. Me tomaré mi tiempo para contestar, no quiero dejar nada sin atar:

    En primer lugar sí, reconozcámoslo, todos somos racistas en mayor o menor medida, 9 de cada 10 ciudadanos lo reconoce, y que 1 restante seguro miente… o es de otra raza a la mayoritaria del pais.

    Uno de los principales detonantes de los brotes racistas suelen ser la situación laboral y económica. Ahora en época de crisis el empleo se destruye a velocidad de vértigo [no entraremos en valoraciones políticas porque me caliento], y por tanto las carteras y cuentas corrientes están bastante precarias. En esas situaciones, uno piensa “¿por qué contratan en esa obra a ese moro mierda mientras yo, que soy español, me muero de hambre?”, o “jodíos gitanos, que les van a dar una casa y una paga por no hacer nada, y a mí que llevo trabajando toda la puta vida me dan por culo”. En ese sentido, hay que decir que el excesivo proteccionismo de nuestro gobierno por las minorías y por acabar con la discriminación negativa acaban por convertirse en una discriminación positiva, pero discriminación al fin y al cabo.

    Efectivamente, limpian nuestros portales, sirven nuestras mesas, pintan nuestras paredes… porque el tema de ser un país “del primer mundo” nos ha hecho muy señoritos. ¿Que nosotros vamos a doblar el lomo poniendo ladrillos o limpiando suelos? ¡Anda ya, para eso tenemos a los “machupichu” y a los moros!. Y eso no sólo viene bien al señorito español, que tiene quien recoja su mierda allá por donde pasa, sino a la patronal sin escrúpulos, que está encantada de contratar mano de obra ilegal: barata, sin necesidad de apenas gasto y con la posibilidad de conseguir absolutamente cualquier cosa, ya que el pobre desgraciado que sea tiene más que perder que el susodicho empresario. En ese sentido, no nos pongamos tanto “España para los españoles”, porque esa larga lengua puede acabar limpiando escaleras.

    En cierto modo estamos en una situación que nosotros mismos hemos creado: existen X recursos en el planeta, ni más ni menos, y normalmente para que una persona en España pueda vivir relativamente bien por lo menos dos o tres personas en, por ejemplo, Senegal, tienen que morir de hambre. Normal, si ven que aquí en España vivimos como dioses en comparación con su modus vivendi obviamente todos quieren venir. El problema es cuando quien llega no tiene ni para comer y para eso se ve obligado a dar tirones de bolsos, y lo peor es cuando prueban la “dureza” de la ley española, con el clásico “entran por una puerta y al momento salen por la otra”, ya que al estar indocumentados no se les puede extraditar a ningún sitio y hay que soltarles. Ese punto negro en nuestra ley es en verdad la que provoca los índices astronómicos de criminalidad que a veces sufrimos, así que no toda la culpa de los inmigrantes… si bien es verdad que nos llega cada pieza… La verdad es que tenemos más de los que nuestros medios pueden cubrir, de ahí la proliferación de los núcleos chabolistas y de asentamientos que por desgracia tanto vemos hoy en día.

    Si quisiera resumir todo este ladrillo en unas pocas líneas, diría que los inmigrantes son buenos, en el sentido de que cubren algunos puestos que, por el motivo que sea, no cubrimos en España, y nos ayudan a levantar una natalidad que está por los suelos. Sin embargo, los núcleos de MARGINALIDAD que viven algunos inmigrantes motivan la criminalidad que tanto tememos. Inmigrantes sí, pero dosificados, gracias.

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