Diario de un píxel
El blog personal de @pixelillo

Cuentamé como pasó, que yo ahora no caigo…

Creo que en todos los barrios obreros ha sido igual, pero estoy viendo que nuestras costumbres de vivencia en nuestra propia calle estan cambiando. Ya no somos los inmigrantes andaluces, gallegos y extremeños que apenas salian de su calle. Hemos ido metiendonos dentro del sistema y ya somos no vascos, sino capitalistas. A ver como os lo explico.

Mi calle es un claro ejemplo. Reyes Catolicos es una calle repleta de gente de todas las provincias españolas, desde andaluzas, gallegas, extremeñas hasta asturias o leon. Hasta hace unos días conservavamos pavimento original de los años 60, el clásico y sobrio toque de bra cocida gris, muy idonea para el tercer mundo, no para mi humilde aunque preciosa calle. Las acacias feotas pero encantadoras daran paso a nuevos arboles tropicales, como ficus, que le daran aire de grandeza a esta calle de segunda. Bueno, hasta hace unos años mi calle no ha cambiado las costumbres de convivencia de decadas pasadas.

Todos los crios comprabamos el pan con 20 duros en la panaderia de la Luisa, una señora pequeña con una lonjita mitica, era el clasico despacho de pan. Todo llegó a su fin cuando la pobre mujer comenzo a chochear, hasta acabar falleciendo hace ya unos años debido a una enfermedad. La misma enfermedad que se llevó a José, el marido de la Delia. Esa señora, que nos recordaba mucho a Florinda Chico nos ha vendido toneladas de chicles boomer, de cheetos, de palmeras y diveros subproductos de chucherias, así como kilos y kilos de pan y harina. Un invierno si mal no recuerdo se llevó a su marido y con él se fueron las ganas de trabajar. Ahora sigue abierto, pero creedme, no es lo mismo sin la cara de serio de José, que era un trozo de pan y de la señora Chico, digooo…la Delia.

La carniceria de Emilia y jose aun sigue ahi, lleva la cantidad de años, pero mas años y mas curiosa es el autoservicio Urteaga, o como todos le llamamos, la tienda de marivel o de Antonio. Anda que no se habran hecho bocatas del jamon York de Antonio, y no se habran comido naranjas de antonio, y de las ofertas de Marivel…

Las cosas van cambiando. Marivel, Emilia… siguen vendiendo, pero ahora vamos al boulevard, al carrefour, al consum… vamos cambiando cosillas, formas de la vida antigua, pero que perdurarán. Yo ya me veo a mis nietos con el jamon York de Marivel…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *